martes, 2 de noviembre de 2010

Consecuencias de la ausencia de determinados colores en los distintos ambientes

La ausencia de un color en una casa no suele traer aparejadas mayores dificultades a menos que se trate de alguno de estos supuestos:
-En el dormitorio de una pareja no debe faltar el color rosa... Porque es un tono fuerte, poderoso, energético, y de vibraciones positivas. Promueve el entendimiento amoroso y es un gran armonizador.
-En los dormitorios de adolescentes no debe estar ausente el color azul... Porque simboliza la tranquilidad y seguridad que suele faltar en esta etapa de la vida.
-En el dormitorio de un bebé no debe faltar el color amarillo... Porque simboliza la alegría. Es un color tónico pero no excitante y se lo considera un escudo, por su capacidad para neutralizar las energías negativas.
-En el dormitorio de un anciano no debe faltar el color anaranjado... Porque simboliza la energía que suele menguar con el paso de los años.
-En las salas de estar o living no debe faltar el color violeta. Porque tiene propiedades sedantes. Es un gran pacificador y neutralizador que absorbe la negatividad del ambiente e irradia energía positiva.
-Como el comedor es una zona importante, puesto que allí se reúne a diario la familia, nunca debe faltar el color verde... Porque se relaciona con la armonía y el contentamiento, indispensables para amenizar el encuentro.
-En los ambientes en los que se realizan actividades comerciales no debe faltar el color rojo... Porque se lo asocia con lo beneficioso, con el empuje y con la fama.
-En los ambientes en los que se cocina no debe faltar el color blanco... Porque simboliza la pureza, el calor, la fuerza y la salud, condiciones que siempre están presentes en los rituales culinarios.

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